Antes decía que era de muchos amigos y es ahora tiempo de rectificar: soy de pocos amigos, pero su muchosidad es tremenda, con un espectro de cosmogonías de las cuales me nutro y me sirve para mantenerme en pie y avanzar lento, pero seguro.
Tengo amig@s que son capaces de atrapar el tiempo y robarle el alma al instante, inmortalizan la caída de una hoja, una nube loca o un tren herido por el oxido, son capaces de retener con un flash la vida misma, o la carencia de la misma.
Tengo amig@s que pueden contener el infinito en un par de versos, reinventar la realidad e incluso anularla, son capaces además de ultrajar al entorno y no cometer delito, pueden burlarse de cualquier divinidad y conseguir el perdón por ello de manera inmediata.
Tengo amig@s que se multiplican, que son jóvenes, viejos, humanos y no tanto, pueden transformarse y hacen de un par de tablones el lugar de un nuevo pesebre, con nuevos mesías, nuevas parábolas y nuevos sacrificios.
Tengo amig@s que se escabullen entre sombras y una esquina huérfana, crean melodías con una gotera, un par de latas y el tufo de algún ebrio tirado bajo periódicos rancios... crean y recrean y nadie les valora el esfuerzo creandoles una iglesia pagana.
También tengo amig@s normales, que visten de jeans y no tienen superpoderes, amig@s que se emocionan con la teletón y pueden encontrar lindo un discurso del presidente de turno, pero lo importante y he aquí su poder: son omnipresentes
Quizás por eso son mis amigas y amigos, yo soy un infante que fantasea aún con heroes o heroinas que le rescaten, pero es más que eso, los niños siempre encuentran superheroes porque son modelos a seguir, una especie de cruz del sur para no perderse, por eso mis amigos y amigas son superheroes, yo me proyecto en ell@s, les admiro y les quiero... espero cuando grande ser como ellos.