lunes, 30 de septiembre de 2013

Bienvenido Amaro:



Amado sobrino, te doy la bienvenida a este planeta, a este continente, a este país, llegas el último día de un mes particular, donde recordamos el horror de un golpe y sus consecuencias funestas para pasar luego, a una fiesta que hasta Dionisio envidiaría. Llegas a una familia un tanto atomizada, es cierto, pero ¿qué mejor excusa sea que llegues a ser el motivo de reunión, de dicha, de esperanza?

Amado sobrino hay demasiado que te quiero contar, mucho de lo que quisiera advertirte, pero estoy seguro que a medida que vaya pasando el tiempo podré hacerlo. Debo advertirte sin duda del doble estándar tremendo de este país, de este laboratorio mal hecho al final del globo, deberás tener cuidado de la traición que siempre está a la vuelta de la esquina, deberás aprender de nuestra historia y sentirte orgulloso de ser un Allende (y te contaré por supuesto la historia de un gran demócrata que como en mi ha dejado una impronta, también espero la deje en ti), debo advertirte Amaro las consecuencias de ser distinto en un país asquerosamente homogéneo.

Deseo amado sobrino que tu infancia no termine por asuntos “biológicos”, deseo que juegues todo cuanto quieras jugar, que seas capaz de tomar tu vida en tus manos y que las construyas a tu antojo, quiero que sepas que siempre estaré ahí cuando necesites las herramientas necesarias, deseo Amaro que en la desgracia puedas ver oportunidades, que cada obstáculo te engrandezca, la vida es para quienes luchan, no para pusilánimes que se ocultan en su dolor. Deseo loquillo, que siempre y pese a todo (y a veces pese a “todos/as”) seas feliz, seas un hombre pleno.

La verdad no sé como será el Chile en el que te toque crecer, espero que sea uno menos pacato, menos tradicionalista, menos absurdo, que sea un país con mayor igualdad, donde en verdad se respete la diferencia y que la máxima que impere sea “no dañarás a otros/as.

Ama como si cada segundo fuese el último, respira y arrójate a la vida sin miedo, piérdete en el torbellino en el que la vida te quiera atrapar. No temas cometer errores, ellos te enseñan y así además te reconoceré parte de mi especie. Si caes y te levantas costará más que vuelvas a caer y ese dolor te fortalecerá, este mundo es de los fuertes amado sobrino, siempre te lo repetiré (aunque me encuentres un viejo latero)

Ahora tengo en mis manos el periódico que compré el día de hoy, el cual te entregaré Amaro el día que cumplas 18 años, albergo la lejana esperanza de que este sea un país mejor y si no lo es, espero que elijas el camino correcto, no el sencillo, espero que ayudes a construir un país justo, decente, que en cada espacio en el que te toque estar marques la diferencia.

Somos uno con la tierra, nuestra amada tierra, pero serás único y grande, desde ya mi amor incondicional, desde ya todos mis pensamientos para ti, desde ya tu soy tío, escudero y amigo, bienvenido querido sobrino, el mundo es un caos, el mundo es un desastre, pero calma, muchos/as estamos trabajando para usted.


Bienvenido querido Amaro León

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