viernes, 16 de julio de 2010




Un día arrebaté algunos jirones de espuma de tus manos y tejí lavandas sobre un ocaso traicionero.

Un día abotoné a tu espalda tres gladiolos embusteros y el alarido trizo los valles y glaciares.

Dos días recorrí tu perfil adozandolo con mieles impropias para luego detener la cascada de tu llanto con un bostezo.

Dos días torturé con anis los cascabeles cansados de tu infancia torcida y descansé por fin al séptimo día sobre los restos de tu vientre esparcidos en tus sienes y en mis vertebras adoloridas derramar las plegarias que jamás mereciste.

jueves, 15 de julio de 2010

Mi club de la serpiente



Nos tocó vivir lo que nos dejan los que son felices y botan lo malo, nos entendemos y comprendemos solos. No tuvimos una mano, una mirada para decirnos “te quiero”, “puedes seguir”

Tuvimos que construir nuestra vida con restos de sentimientos no definidos, llorar desde las entrañas sin tener siquiera un pañuelo, tenemos que hacernos notar con defectos y rebeldías. ¿Dónde está lo nuestro, el amor que nos corresponde, la caricia que no nos han dado, la alegría de habernos traído al mundo?

Nosotros sin vivir en la calle somos mendigos, sin ser criminales nos juzgan y nos condenan sin derecho a un abogado, aunque sea malo, aunque nos ilusione, pero ahí estamos entre buenos y malos, entre feos y lindos, entre los que creen y los que no, entre la esperanza y la duda.

Finalmente yo no soy la excepción y quiero volar, buscar un pañuelo, una caricia, pero al hacerlo quiero disfrutarlo, aunque para eso deba reír en la pena y gozar con los que sufren... somos el club de los desarraigados, los que beben y no sacian su sed, los que comen y su hambre no cesa, los que tienen sexo sin orgasmo alguno, somos el club de los sin nombre, de los excluidos, los que desprecian lo sagrado y se revuelcan en lo profano.

Aunque derribemos versos con un poema y atrapemos lo infinito en un solo trazo no somos ajenos al todo, el amor nos resbala como un accidente cósmico voluntario y reímos ante una figura anodina incendiada, somos los de siempre, los olvidados que están tan presentes en cada arista de sus vidas que somos omnipotentes pese a ser “shaitanes”.

Lo mejor de todo es multiplicarse por cero y romper los límites de lo establecido, hacerlo sólo por deporte para luego, los del club, reunirse en torno a un mojito cubano, un brindis por la doctora Polo, algún tema que roce lo inverosímil y emular al club de la serpiente desde un cubil urbano... al final de todo somos invisibles, podemos hacer los que nos plazca... excepto existir.

martes, 13 de julio de 2010



























En realidad mi alma a veces se altera por nada, se azota contra mi cuerpo y se desvasta... es sólo una loca manía de llamar mi atención, podría sacar a pasear una línea y hacer fila en un banco, pero cosas banales no le atraen.

A veces pienso que extraña a su gemela, aquella que mi cuerpo desecho por un mal coito o por una impresión algo ebria de lo inmaduro de su saliva, lo cierto es que siempre se azota y es un golpe limpio que no logra ponerme en zozobra.

A veces la siento triste, modelo ignota manierista y otras veces simplemente no la siento y es ahí cuando yo me azoto en el asfalto y contra otros cuerpos, es cuando yo intento llamar la atención al mundo... es ahi que me percato que no hubo cuerpo.

lunes, 12 de julio de 2010

Tiempo-ameba






























Un segundo para enamorarme, una eternidad para odiarte,
Cinco minutos al día para recordar tus labios
De azafrán y humor teñido de ambigüedad letal,
Diez segundos para soñarte y bofetear tus te amo.

Lo cierto es que contigo todo es, fue y será tiempo-ameba,
Klee fornicando con Rembrandt entre los Pastores de la Arcadia,
Devorar una alfombra de miel que dejaste olvidada
Por ir a rescatar la ambrosía que dejaban caer las Gracias de Rubens.

Lo cierto es que aún el tiempo-ameba es real,
Cuando dejo caer cenizas a tus harapos idos,
Cuando dejo caer un verso sobre mis sienes rasgadas
Y te veo difusa en mi chimenea, como sueño perfecto de Vieira da Silva

Me escapo contigo y dejo que los minutos aplasten mis ojos,
el orgullo y el odio caen abatidos sobre una esquina…
cinco minutos y estalla el monitor en mi rostro…
el tiempo-ameba… bofeteo… te amo… no hubo eternidad.

domingo, 11 de julio de 2010

Oda a un rincón





















Olvidado espacio no vacío,
ocultado por el adorno agridulce
que derrama plegarias ateas
y confesiones descuidadas e impías.

Espía involuntario omnisciente
de plasmados deseos insípidos,
espía de amores, odios y demases...
demases marturbados con oraciones.

Extraño prisionero descuajado
de sus labores condensadas
con expresión cúbica y lacónica,
con ánimo quieto y perenne.

Se derrama tu presencia y se pierde,
se contraen tus deseos y estallan.
Se plasma tu impronta en el cuarto
cerrado, barróco, cálido y agitado.

Danzas con los pensamientos nocturnos,
con tu red invisible atrapas sueños,
atesorándolos cual si fueran la inmortalidad
pálida y lejana, atrapada sin salida
en los labios del ser a quien amo.

Sigues ahí, callado y viejo,
como el vagón que ya nunca
ha de recorrer viejas melancolías
y que sin embargo, sigue recorriendo
la historia ácida de un país amnésico.

Siempre existes y no pareciera.
De cartón, mármol, concreto,
madera u otro material vistes,
acorde al quintil que corresponda.

Frotas tus ansias en el infinito,
sin perder, extrañamente o por azar
tu forma, tus colores y tu escencia
que caprichosa, sé que nunca ha de escapar.

sábado, 10 de julio de 2010

Tu cuadro


















Tu mano en el cuadro
se desborda en tu bikini,
¿qué antropófago vago
me insultó entonces?

Vomitan tus ojos en el cuadro,
tu mano ya no existe, sólo es,
¿qué bodrío televisivo
compro mi atención opa?

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10...
tic-tac, tic-tac, tic-tac...
¿dónde está tu cuadro,
dónde está mi tiempo?

Estréchame con tu sonrisa,
me encanta... blasfema,
¿quién quiere pureza
si tu himen ya no existe?

Me suicido en cada una
de tus impecables caries
que se desbordan en la pared,
como tu mano sobre tu vientre.

Se derrite el muro,
permanecen intactas tus caries,
¿por qué cuando marchaste
gritaste que sólo desvarío?

¿Dónde está tu cuadro
que me insultó entonces?

viernes, 9 de julio de 2010

Algunas cosas sobre mi ...











Estático...

Ánima flotando herida y desconcertada por una daga,
azotado con golpes insípidos y descoloridos.
Necesitado de abrazos robado de un burdel de musas
disgregado en un campo volcánico y voraz.

Sordo...

Icono disfrazado de miseria, arropados, con frío,
versátil sombra estilizada, bautizada con disparos.
Desconocidas máscaras fabricadas con intestinos gruesos
que me recuerdan mi nacimiento urbano.

Esquizofrénico...

Amigo de mis dedos pulgares, enemigo de la realidad,
espía secreto entre las masas, dominado por mi lápiz,
enfrazcado en debates circunflejos, convenciéndome;
perdiendome entre mi cuerpo y tu pared, mimetizandome.

Distinto...

Me baño con vaselina para entrar en tu mente,
protejo mis poemas para no fertilizarte,
extraigo lo peor de ti para inmortalizarme,
saco lo mejor de mi y me sepulto.

Incompredido...

A D F G H W G H K J K I Y F D G K U
D G J Q W V R Y U D G E A O E Y H E
¿entiendes? puedo ser más claro...
Q D G Y H B D R H K Y U F O Ñ Z X Q
G J U Y F H L O T M G R Y B R E B T J

Poeta...

Resbalo con los puntos suspensivos y caen las letras,
mi mente vuela y la derribo con un verso,
encadeno mi alma con una estrofa...
y me persigno para no ser maldito.

jueves, 8 de julio de 2010

Un minuto














1,2,3,4...
el tiempo se mofa inicuamente,
brinca a mi lado; alzo mi mano,
el intento por reterlo es fallido.

5,6,7,8...
estoy malherido y despojado,
tendido entre un lucero y una poza,
inventando juegos de palabras,
inventando la manera de llamarte por tu nombre

9,10,11,12...
pero las palabras me buscan,
me hayan, se espantan,
me desconocen... ya les soy ajeno.

13,14,15,16...
el tiempo no se quiere detener,
no comprende mi zozobra,
no entiende mi impotencia,
los segundos se me escapan... adiós.

17,18,19,20...
estoy enloqueciendo, languideciendo,
la muerte mientras me danza,
me embriaga con un profundo pesimismo
e intenta ser apetecida por mi alma.

21,22,23,24...
subo, bajo, camino, corro, camino,
me detengo, grito, enloquesco aún más,
lloro, me desgarro, titubeo,
me arrojo al abismo, freno mi caída...
tan solo desvarío en el intento.

25,26,27,28...
y el desvarío me susurra ... "ama"
y se quiebra una nota musical que iba perdida,
el tiempo se arroja en mi reloj...
los tic tac disfrazan mi luto por el si bemol.


29,30,31,32...
el amor cuando no es arisco,
desciende como dádiva, como nieve,
blanca, pura e impoluta, mas luego se deshace,
se evapora... solos nos encontramos tras su fuga.

33,34,35,36...
como criaturas indefensas nos quedamos,
sin embargo impedimento no es esto
para desgarrar con nuestras envidias
al que ya destrozado, agoniza.

37,38,39,40...
ya no sé si cuarenta son los segundos,
olas horas, o tal vez si no hay error,
cuarenta años ¡sí! años de locura
y fertilidad, años de miel y fragancia.

41,42,43,44...
¡espanto!, espanto es oir la discusión eterea
de mis pensamientos efímeros,
contra el muro liviano e intransigente
de mi almohada sonora y complaciente.

45,43,47,48...
tengo tertulias frecuentes con la
confidente del poder,
la ayudante del deseo,
la amiga de la fama
y la hermana putativa de la desconfianza:
la soledad.

49,50,51,52...
para no sofocar a los fuegos con hielos,
para no contestar al cóndor malherido,
para no mantener equilibrios macroeconómicos;
para no visualizar nieve negra y carbón blanco,
para dejar una vida de visiones,
estoy sólo a un mísero paso,
interrumpido por un morboso infinito.

53,54,55,56...
los espacios lúdicos, espacios vacíos,
luchan con armas de cartón;
sus sueños eran de papel.
Todo se confunde en mi diminuta,
pretensiosa, objetable y henchida cabeza
con los dilemas bucólicos y taciturnos
al interior de una entidad orates
que me derriba brusca y encarnizadamente.

57,58,59,60...
se termina todo en el principío,
espero exiliar la gravedad de un latido
en un transporte de liviano optimismo
y arrojar el alma al infinito e inmortalizarme.

miércoles, 7 de julio de 2010

Caos: plano de desorden nº1



La oscuridad retrocede y contraataca a mis ojos,
vuelvo a estar en la matriz de mi madre
con la sensación de respiros y ahogos sucesivos,
la sangre amniótica emana de mi cabeza.

Y hace sólo cinco minutos cabalgaba sobre nubes,
me vestía con sonrisas robadas de carteras ajenas,
me embriagaba con lágrimas caídas en desgracia
y soñaba recostado sobre muslos huérfanos.

Ahora, sólo brisa púrpura inexistente,
Atropos preparando sus tijeras y mi hilo suda,
escalofrío...
giros y desmayos...
sueños fractales...
el primer triciclo, el primer beso, la primera follada,
el primer auto, el primer arrebato, la primera muerte.

Y el sudor... nuevamente escalofríos... ideas torpes...
Recordando las primeras cosas se olvidan las últimas,
la última bala, la última víctima, el último error.
Sin embargo siempre hay tiempo, lo que no hay
es arrepentimiento, porque nunca habrá perdón.

Al desvanecerme aún veo la sonrisa en su rostro
siento sus gemidos y engullo sus sueños...
veo como se desgarra su faz con el pánico,
pero como desvanezco, olvido lo último.

Y qué si fue desastre o gloria fatua...

martes, 6 de julio de 2010

Caballito de juguete


Fluyo desde mi ordenador hasta tus dedos
para desgarrar tus pupilas y aniquilar tus juegos,
fluyo para sentarme en tu diván gastado
y violar sin cesar tu cráneo anodino.

Golpes de Arp... te azoto con su Coquille
te azoto con su baillante,
cae el cincel... tu silla de cocina y una rueda
con un urinario y revivimos a Duchamp.

La gotera se hace insoportable y estás ciego,
ahora Donatien te sacrifica junto a él
en las llamas de la bastilla... ultima pincelada de Ray.

Baja tu desnudez
por la escalera
y no la alcanzo...
tropiezo opa,
un caballito de juguete.

¡Reaccionas! y hay nada...
sufres y no hay pena,
sollozas y no hay llanto,
despiertas y no hubo sueño,
te alimentas pero no sacias tu hambre,
bebes, pero no cesa la sed...
tienes vida... pero no hay Dios...
tampoco Zaratustra.

Un carnaval se oye a los lejos, pero no te importa,
es sólo un elefante de Ernst aplastando a Tzara.


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