Fluyo desde mi ordenador hasta tus dedos
para desgarrar tus pupilas y aniquilar tus juegos,
fluyo para sentarme en tu diván gastado
y violar sin cesar tu cráneo anodino.
Golpes de Arp... te azoto con su Coquille
te azoto con su baillante,
cae el cincel... tu silla de cocina y una rueda
con un urinario y revivimos a Duchamp.
La gotera se hace insoportable y estás ciego,
ahora Donatien te sacrifica junto a él
en las llamas de la bastilla... ultima pincelada de Ray.
Baja tu desnudez
por la escalera
y no la alcanzo...
tropiezo opa,
un caballito de juguete.
¡Reaccionas! y hay nada...
sufres y no hay pena,
sollozas y no hay llanto,
despiertas y no hubo sueño,
te alimentas pero no sacias tu hambre,
bebes, pero no cesa la sed...
tienes vida... pero no hay Dios...
tampoco Zaratustra.
Un carnaval se oye a los lejos, pero no te importa,
es sólo un elefante de Ernst aplastando a Tzara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario